El tenis es uno de tantos juegos de pelota cuyos orígenes se pierden en la oscuridad de los tiempos. Tras la batalla los guerreros celebraban su victoria lanzándose entre sí el objeto más preciado capturado al enemigo: su cabeza. Eventualmente, ese trofeo va a verse sustituido por objetos similares en volumen y tamaño. En un mural en la entrada del sepulcro de Hattor, en el templo de Dir-er-Bahari, 1.500 a. de C., dos sacerdotes están preparados para recoger la pelota cuando su rey, Thotmes III, la golpee.

Según cuenta Hieronimus Mercurialis en su libro “De Arte Gymnastica” (1572), los griegos tenían por lo menos cuatro juegos de pelota distintos, a los que denominaban: “la pelota pequeña”, “la pelota grande”, “la pelota hueca” y “la pelota inflada”. La “pelota grande” es una especie de balón medicinal, relleno de arena, que se golpeaba con los brazos y con las manos, en lo que puede considerarse como una especie de voleibol.

El cordobés Marcial describe cuatro tipos de juegos que los romanos practicaban y los denonima follis, pila trigonales, pila paganica y harpastrum. Ovidio menciona en su “Ars Amatoria” las palabras raqueta y rival. Estudios etimológicos y filológicos coinciden en señalar que “raqueta” deriva de la palabra latina “reticulum” (red). Séneca intentó establecer unas reglas y se decidió poner límites al campo y trazar una línea que dividiera éste por la mitad, a la vez que la mitad que correspondía a cada jugador se dividía en dos con el fin de que el oponente, al lanzar la pelota, lo hiciera sobre el primer cuadro.

Pero es en Francia e Inglaterra donde el tenis va a arraigar, crecer y llegar a extenderse por todo el mundo. Allá por el siglo XV ya se golpeaba la pelota utilizando una especie de trenzado en un bastidor de madera. En un principio se juega en los monasterios y conventos, pero pronto se empieza a practicar en el campo libre, en los fosos de los castillos y, de allí, resulta lógico su paso a los palacios. Finalmente, a principios del siglo XVI, Enrique IV puso de moda la utilización de la raqueta.

Se admite generalmente que la palabra tenis fue introducida en Inglaterra para designar el juego de pelota francés la “paume” (que es el antepasado del tenis), y que no es más que la corrupción de la voz, también francesa, “tennez” -”¡Cuidado!”-, que Luis X el Testarudo pronunciaba cada vez que sus compañeros de deporte efectuaban un saque. Este soberano fue el primer rey francés que se sabe que era jugador de pelota, afición que le costó la vida.

La palabra “tennis” aparece por primera vez en la obra de Shakespeare “Enrique V”, tras recibir de regalo del delfín francés unas pelotas de tenis (“tennis balls, my liege”), junto con el consejo de emplear su tiempo en distraerse en vez de hacer la guerra a sus vecinos. En Windsor, en 1505, se disputó el primer partido internacional entre Felipe I de Castilla y Enrique VII de Inglaterra. El rey español jugaba a “la paume con la mano y al tenes con una raqueta”.

El primer tratado publicado en Italia de que se tiene noticia sobre “el juego de pelota” es de un tal maese Antonio Scanio, en el siglo XVI. En él se describen “dos” modalidades de juego con “pelota hinchada” (juego a mano y juego golpeándola) y “cuatro” modalidades de juego con “pelota dura”: (a mano y a la defensiva, con raqueta a mano y con una cuerda y con raqueta y cuerda). En el grupo de los clasificados como “pelota dura” se comprenden el tenis, el golf y el cricket.

Scanio informa en su libro de que cada punto ganado marcaba quince para el ganador, así para el primer punto, treinta para el segundo y cuarenta y cinco para el tercero y a dos cuando el juego era fijado a dos jugadas de ventaja para vencer. El término francés a deux equivale en inglés al deuce. Erasmo de Rotterdam, en “Coloquios” (1552), describe un partido y se cuenta en latín “quindecim”, “triginta”, “quadraginta quinque”. Durante el transcurrir de los siglos, el cuarenta y cinco se cambia por cuarenta (“quadra”) de mayor facilidad fonética, según dice Cordier en 1580.

El tratado de “Gosselin” sostiene que los números quince, treinta y cuarenta y cinco no se escogieron arbitrariamente, sino de una cierta medida familiar a aquella época como era el “sextante”, instrumento de astronomía cuyo sector es la sexta parte del círculo, o sea, 60 grados. El marcador del tenis imitaba la división del círculo.

El origen de los juegos de pelota, entre los que se encuentran el tenis y también la pelota vasca, se remonta a las culturas griega, romana y egipcia. (La palabra raqueta puede surgir de la palabra árabe rahat que quiere decir palma de la mano). Su origen se remonta a ceremonias religiosas en honor a la fertilidad en primavera y a celebraciones militares. En estas celebraciones, al principio se jugaba con las cabezas de los vencidos; más tarde el juego se perfeccionó y en vez de cabezas comenzaron a utilizar pelotas. Ya en el siglo XI los monjes jugaban en los claustros de los monasterios a algo parecido al tenis, al padel y a la pelota. En poco tiempo se pasará de los claustros a los palacios.

Años más tarde incluso Shakespeare incorporó el tenis a alguna de sus obras. Por ejemplo en su libro ‘Enrique V' encontramos lo siguiente: El joven rey Enrique V comunicó a los franceses su deseo de casarse con la princesa y así convertirse en rey de Francia y Gran Bretaña. Los franceses le contestaron mandándole una caja de pelotas de tenis y sugiriéndole que se dedicase al tenis y no a temas de Estado.

Enrique VIII mandaría construir varias pistas, y por ejemplo la de Hampton Court, construida después de su muerte en 1625, todavía hoy existe. Esta especie de Tenis Indoor y con paredes se conocía en Inglaterra como ‘Real Tennis' mientras que en Francia se le denominaba ‘Jeu de Paume (Juego de la Palma)'.

En el siglo XVI el Jeau de Paume causaba furor en Francia. En aquellos años en Europa predomina todavía el sistema sexagesimal. El número 60 era el equivalente al 100 de ahora; por ello al dividir 60 entre los cuatro puntos que hay que ganar para hacer un juego nos sale la actual forma de contar de 15, 30, 45 (del quadraginta quinque desaparecería el quinque por comodidad) y juego.

Otras palabras que utilizamos hoy en día y que muy probablemente provienen de esa época son: Love: Los franceses denominan ‘l'euf' al huevo (cero) y los ingleses lo adaptan a su fonética. Deuce: Cuando un jugador llegaba a 40 se cantaba ‘a un' (‘a un punto de hacer el juego en francés) y cuando el otro le empataba se decia ‘a deux' (a dos). De ahí se cree que viene la palabra Deuce. Tenis: Es muy posible que provenga del francés ‘Tennez' que quiere decir ‘tenga usted' o ‘va'.

Entre el siglo XVI y XVII el italiano Antonio Scainio escribía el primer tratado sobre tennis: ‘Tratatto del Giocco de la palla'. (‘...si la pelota toca la cinta y pasa es buena en Francia y mala en Italia...) mientras que el francés Forbet publica las primeras reglas ‘oficiales' del Jeu de Paume. En el siglo XVIII los reyes prefieren otras actividades al tenis y a final de siglo (1789) tiene lugar la Revolución Francesa. Se prohiben las apuestas y el ‘Jeu de Paume' y/o el ‘Real Tennis' languidecen.

Si los ingleses pueden reclamar la paternidad del tenis moderno, son muchos los países que se disputan el honor de haber sido los antecesores de este deporte a lo largo de 4500 años de historia. En efecto, el tenis, o al menos versiones similares, ya se practicaba desde la época de los antiguos egipcios. En una excavación realizada en la tumba del Faraón Khnoum Hotep que reinó 2500 años antes de Cristo, se encontraron unos dibujos en los que se apreciaban unos personajes con paletas de madera y pelotas de cuero. Posteriormente los griegos y los romanos practicaron un juego semejante que fue evolucionando y tomando diferentes nombres: "Fainida" para Séneca, "Rahat" para los árabes, "tennez" para los franceses y "Teez” -palabra que aparece en la obra "Enrique IV" de William Shakespeare- para los ingleses.

En la Edad Media, saltimbanquis, juglares y trovadores se despojaban de dagas, laúdes y vihuelas y las cambiaban por primitivas paletas y pelotas para trenzarse en sus ratos de ocio en apasionados duelos deportivos ante la asombrada mirada de los habitantes de las ciudades y aldeas que recorrían. Pronto los monarcas, los príncipes y los señores feudales no sólo se apropiaron de la diversión de los pobres y le cambiaron el nombre, llamándolo "Poumme", sino que convirtieron un juego popular en un deporte elitista que sólo podía ser practicado por la nobleza, y se prohibió bajo pena de muerte su práctica por quienes no tuviesen sangre azul.

Mientras tanto, en nuestra América ya existía una versión de un tenis primitivo, "tlachli" para los toltecas, "chaza" para los descendientes de los incas en el sur de Colombia y el norte del Ecuador. Es así como los tenistas contemporáneos pueden elegir como los predecesores de su deporte favorito a los egipcios, griegos, romanos, franceses, ingleses, toltecas, incas e incluso, con un poco de imaginación, a los primitivos hombres de las cavernas.

La mayoría de los historiadores sitúan los orígenes del tenis hacia el siglo XI, siendo sus primeros jugadores los monjes franceses. Su nombre era jeu de paume porque se golpeaba la pelota con la mano. Para estos historiadores, el nombre del juego deriva de la voz francesa “tenez”, algo así como “¡Toma!”. En cualquier caso, hay partidas del siglo XIII que acreditan la existencia de 1800 pistas de tenis en Francia. La popularidad del juego hicieron fracasar los intentos del Papa y de Luis IV por prohibirlo.

Pronto se extendió a Inglaterra, donde Enrique VII y Enrique VIII fueron apasionados jugadores. Hoy subsisten muy pocas de aquellas pistas, siendo la más antigua la del England’s Hampton Court, construida en 1625 y todavía en activo. Consiste en un corredor estrecho, con paredes y ángulos contra los cuales se dirigía la bola para provocar el error del contrario. La red estaba a cinco pies de altura en los extremos y tres pies en el centro. Las raquetas de madera, encordadas con tripa de oveja, aparecieron hacia 1500. La pelota era de corcho, forrada con tela.

La popularidad del juego decayó hacia 1700. Hubo que esperar a mediados del siglo XIX, con la invención de la vulcanización por Goodyear, para conocer un nuevo auge del tenis, ahora con bolas de goma de bote mucho más vivo. Las pistas se hicieron a la intemperie y se empezó a jugar sobre yerba, dando lugar a la denomianción “lawn tennis”.

En 1874, el mayor Walter Compton Wingfield patentó una reglas muy parecidas a las actuales, aunque la pista era más estrecha en el centro (como un reloj de arena) y no tan larga. Pero en 1882, ya se jugaba en una pista de forma y medidas como las actuales.

El vocablo "tenis" parece provenir del verbo francés tenez, expresión utilizada para avisar del lanzamiento de la pelota, aunque otros afirman que deriva del latín tenisca o toenia, nombre de la cinta que dividía el campo en dos mitades en los antiguos juegos romanos.

En marzo de 1874, el mayor Walter Clopton Wingfield, considerado oficialmente el inventor del tenis moderno, redactó las primeras reglas, que establecían una pista de mayores dimensiones que las actuales, una red elevada por encima de las cabezas y un sistema de puntuación en el que ganaba el jugador en llegar primero a quince tantos con su servicio. En 1875 se introdujo la línea de saque y se rebajó la altura de la red, y dos años más tarde se cambió a una pista rectangular ya con las medidas, se volvió a bajar la red hasta una altura de un metro y se marcó la línea de saque a una distancia de la red de 7,92 m. En 1878 se estableció el sistema de puntuación moderno, aunque algunos conceptos como la muerte súbita y el segundo servicio debieron esperar algún tiempo más.

El británico William Renshaw, el primer gran tenista de la historia, contribuyó a popularizarlo y hacerlo más espectacular en la década de 1880 mediante la introducción de la volea, un tipo de golpe que dio mayor dinamismo al juego y que fue posible gracias a la reducción de la altura de la red en 1882.

El verdadero tenis como se conoce hoy, nació en realidad en las canchas del All England Lawn Tennis and Croquet Club, que estaba precisamente en Wimbledon. Allí el tenis fue superando al que hasta entonces era su deporte principal: el croquet. El primer campeonato sobre césped fue en Wimbledon y su ganador fue Spencer Gore en 1877.

Inicialmente, los jugadores resolvieron llamar al deporte "tennis on the lawn" o sea tenis sobre el césped. Con el correr del tiempo se lo llamó "lawn tennis" y finalmente, "tennis". Esta palabra, parece ser la pronunciación inglesa de la voz  francesa "tennez", que era la exclamación que hacían los jugadores franceses cuando tiraban la pelota al adversario, queriendo significar “¡tomá!”.

Aún en nuestros días, encontramos opiniones diversas acerca de los motivos por los que el tenis tiene un sistema tan especial de nombrar los puntos. Aparentemente, este sistema está relacionado con el tema de las apuestas. Es posible que se deba a la moneda francesa que se usaba en dichas apuestas del siglo XIV. Se apostaba por 1 "sou" que a su vez valía 15 "deniers". Se contaban los cuatro puntos de acuerdo a la cantidad apostada: 15 - 30 - 45 - 60. ¿Y el “love”?. Sabemos que es utilizado para nombrar el cero; pero no proviene como lo aseguran algunos historiadores de la palabra huevo en francés o por analogía con la misma terminología inglesa en el juego de criquet. En realidad, tiene que ver con el amor; el amor del jugador que recibe sin dar nada. Esto a su vez está relacionado con que el tenis en un principio, se jugaba por altas apuestas, y el "for love" se interpreta entonces como que no se pudo lograr ningún punto que dé ganancias.

Históricamente la puntuación de 15-30-40-Juego y luego seis juegos para un set, viene de la astronomía antigua en la que se usaba un sextante para medir la elevación del sol. El sextante se divide en 4 partes (15º-30º-45º-60º), y es la sexta parte de una circunferencia de 360º (6 juegos = 1 Set = 360º). La puntuación corresponde por tanto a dichas mediciones que eran en esa época tan usuales como para nosotros el sistema decimal. Luego el 45º (Forty-Five, en inglés) se dejó en 40° (forty) para comodidad del árbitro.

El tennis actual té els seus orígens en un esport francès del segle XIV anomenat jeu de paume, disputat pels membres de la cort. Inicialment, el disputaven colpejant una mena de pilota amb les mans, però més endavant introduïren l'ús d'una mena de raqueta. Posteriorment, aquest esport s'expandí per Anglaterra. En els primers anys de desenvolupament l'esport s'anomenava tennis on the lawn (tennis sobre la gespa), nom que derivà en lawn tennis fins a l'actual tennis (...) El tennis modern es va originar al Regne Unit a finals del segle XIX. Després de la seva creació el tennis es va fer popular entre les classes altes dels països angloparlants, estenent-se per tot el món al segle XX. Va estar present als primers Jocs Olímpics moderns el 1896 a Atees, sent esport olímpic fins a París 1924. Després d'haver estat esport de demostració en les edicions de 198 i 1984 va tornar a assolir la categoria d'esport olímpic a Seül 1988.

A diferència de la majoria d'esports, el tennis fou dels primers esports que permeté competir a les dones. La primera competició en què prengueren part fou el 1879 a Dublín, amb victòria de Mary Langrishe. El primer torneig femení de Wimbledon fou l'any 1883 amb victòria de Maud Watson. El 1887, Ellen Hansell guanya el primer obert dels Estats Unit de tennis femení.

La terminologia tennística sol tenir origen francès.
• Tennis deriva de la paraula francesa tenez, l'imperatiu del verb tenir, que s'usava quan un jugador servia la pilota: "tingueu!".
• Raqueta ve del francès raquette, que deriva de la paraula àrab rakhat, que significa palmell de la mà.
• Deuce ve de l'expressió à deux le jeu (el joc per als dos), és a dir, que el marcador està empatat.
• Love sembla que ve de l'oeuf (l'ou), en referència a la forma del número zero semblant a un ou. De totes maneres, aquesta teoria no està completament confirmada.

Según parece, las culturas egipcia, griega, romana y azteca ya incluían juegos de pelota parecidos al tenis entre sus prácticas deportivas. Sin embargo, las primeras referencias que se tienen de un juego con pelota y raqueta son de la antigüa China y son las que dieron origen al badminton. Las primeras muestras del tenis tienen su origen en Francia, donde se practicaba un juego llamado "Jeu de paume" en el que se golpeaba la pelota con la mano. Más tarde se empezaron a utilizar las raquetas. En sus orígenes, el tenis era un deporte elitista reservado para la aristocracia. Con su extensión durante la época colonial, se generalizó su práctica en todos los estratos sociales.

La polémica sobre el origen de la palabra “tenis” divide a los etimologistas, los cuales entienden:
a) Que la palabra tenis deriva del inglés antiguo “tenise” y éste del latín “tenisca” o “tœnia”, que indica la cinta tendida a través del campo para dividirlo en dos mitades.
b) Otros, en cambio, piensan que corresponde al italiano o al francés “tenez”, palabra con que se daba inicio al juego del jeu de paume (juego de palmas). El verbo francés tenez es imperativo de tenir, recibe, advertencia que se proclamaba a viva voz para que el rival supiera que el jugador lanzaba la pelota.
c) O bien, la palabra tenis derivaría de la ciudad egipcia Tinnis ubicada en una margen del Nilo y la raqueta de la palabra árabe para la palma de la mano “rahat”.

Una antigua enciclopedia inglesa editada en el año 1659 establece una cierta relación entre el tenis con el juego romano “Ludus Pilae”, que a su vez es un derivado del de los antiguos juegos griegos Sfairisticke, en los que se mantiene una pelota en el aire con la palma de la mano. De la palabra pilae ha derivado la palabra pelota. El tenis habría reemplazado la palma de la mano por la raqueta.